Mejores imágenes de Ciencia en la estación espacial 2024
Los miembros de la tripulación de la Estación Espacial Internacional realizaron cientos de experimentos durante 2024, cubriendo campos científicos que van desde investigaciones sobre los seres humanos hasta ciencias de la Tierra y demostraciones de tecnología. Disfruta de esta galería de imágenes de algunos de estos experimentos.
Los astronautas de la Expedición 70 de la NASA (de izquierda a derecha) Mike Barratt, Matthew Dominick y Loral O’Hara toman fotos de la Tierra desde el interior de la cúpula, la “ventana al mundo” de la Estación Espacial Internacional. A más de 400 kilómetros (250 millas) por encima de la superficie, la estación ofrece un punto de vista único para observar nuestro planeta.
Crédito: NASA
La astronauta de la NASA Tracy C. Dyson trabaja en Gaucho Lung, una investigación que estudia la administración de medicamentos en el sistema respiratorio en microgravedad, donde es posible aislar las fuerzas que afectan el comportamiento de los líquidos. Los resultados podrían identificar nuevas formas de administrar medicamentos y apoyar el desarrollo de recubrimientos que previenen la incrustación para sondas de intubación de líquidos utilizadas en el cuidado de la salud, la industria alimentaria y otras aplicaciones.
Crédito: NASA
La astronauta de la NASA Jeanette Epps trabaja en el Laboratorio de Ciencia de Materiales. Esta instalación es utilizada para realizar investigaciones sobre materiales básicos y descubrir nuevas aplicaciones para metales, aleaciones, semiconductores, polímeros y cerámicas existentes, tanto nuevos como mejorados.
Crédito: NASA
La microgravedad afecta la forma en que el agua y los nutrientes son transportados a las plantas. La astronauta de la NASA Suni Williams trabaja en la investigación Gestión de agua en plantas 5/6, la cual estudia las propiedades físicas de los fluidos, como la tensión superficial, en el espacio. Los resultados podrían apoyar el diseño de sistemas para mejorar el cultivo de plantas en gravedad reducida.
Crédito: NASA
La astronauta de la NASA Jasmin Moghbeli sonríe junto al Hábitat Avanzado de Plantas, donde crecen varias plantas de tomate, como parte del estudio Hábitat Vegetal 06. Este estudio sobre cómo los vuelos espaciales afectan el sistema inmunológico de las plantas y la producción de vegetales podría ayudar a respaldar el cultivo de las plantas y la producción de alimentos en misiones futuras.
Crédito: NASA
El astronauta de la NASA Matthew Dominick sostiene una bolsa con una simulación de suelo lunar y otros materiales mezclados con un líquido para el estudio Endurecimiento del concreto: una investigación de la ESA (Agencia Espacial Europea) sobre cómo la falta de gravedad afecta el endurecimiento y las propiedades del concreto. El uso de materiales locales, como regolito o polvo, para construir hábitats espaciales en la Luna podría reducir la cantidad de materias primas que deben ser enviadas desde la Tierra. Los resultados también podrían proporcionar información sobre la resistencia del hormigón y sus propiedades macroscópicas para mejorar las fórmulas de cerca de 4.000 millones de toneladas de concreto producido en la Tierra cada año.
Crédito: NASA
La astronauta de la NASA Suni Williams instala el hardware para el Experimento Reactor de Lecho Compacto. En un reactor de lecho compacto, se llena o compacta un tubo con microesferas porosas para aumentar el contacto entre un líquido y un gas que fluyen a través de él. Estos reactores tienen diversas aplicaciones en sistemas de soporte vital, incluyendo la recuperación de agua y la gestión térmica, y en celdas de combustible en el espacio y en la Tierra.
Crédito: NASA
La investigación Fibras espaciales perfectas 1 fabricó más de 11 kilómetros (siete millas) de fibra óptica en un mes, lo que demuestra por primera vez que es posible producir fibra óptica en longitudes a escala comercial en el espacio. En la imagen, la astronauta de la NASA Loral O’Hara se prepara para trabajar con el hardware del experimento. La fibra óptica obtenida en microgravedad tiene mejor calidad que las fibras estiradas en la Tierra y posee muchas aplicaciones en medicina, defensa, ciberseguridad y telecomunicaciones en la Tierra y en el espacio.
Crédito: NASA
La astronauta de la NASA Jeanette Epps almacena muestras de sangre y saliva en un congelador científico para el experimento Ensayo sobre inmunidad, para su análisis futuro. Esta investigación sobre la inmunidad tiene como objetivo desarrollar una prueba inmunitaria funcional durante los vuelos para monitorear cómo los factores estresantes de los vuelos espaciales afectan las funciones inmunitarias en el espacio.
Crédito: NASA
El astronauta de la NASA Mike Barratt reemplaza componentes dentro del Bastidor Integrado de Combustión de la estación espacial. Esta instalación se utiliza para una serie de experimentos sobre combustión que incluyen estudios sobre el rendimiento del combustible, el comportamiento de las llamas y la prevención de incendios. Los resultados podrían mejorar la seguridad de la tripulación y proporcionar información para mejorar la eficacia energética en el espacio y en la Tierra.
Crédito: NASA
El astronauta de la NASA Butch Wilmore comprueba las configuraciones de los pequeños satélites CubeSat que están empacados dentro del J-SSOD, un lanzador de satélites único. Varios satélites son enviados al espacio a través de la esclusa de aire de la estación.
La tecnología de los CubeSat hace que las investigaciones espaciales sean más accesibles y económicas para las organizaciones gubernamentales, públicas y privadas de todo el mundo.
Crédito: NASA
La astronauta de la NASA Jasmin Moghbeli trota en el sistema de cinta de correr T2 de la estación espacial. El ejercicio diario es un componente importante para mantenerse saludable en el espacio. Sin la gravedad de la Tierra, los huesos y los músculos se atrofian o se vuelven más pequeños y débiles. En su muñeca izquierda, Moghbeli lleva un Actiwatch, un monitor que mide parámetros corporales como el sueño y la frecuencia cardíaca.
Crédito: NASA
La astronauta de la NASA Tracy C. Dyson lleva a cabo una demostración tecnológica con un robot de vuelo libre Astrobee, como parte de Zero Robotics, un concurso de escritura de software para estudiantes. El código de los ganadores es ejecutado en uno de los robots de la estación. Este programa educativo está dirigido a estudiantes de escuela intermedia y secundaria, para alentar a los estudiantes de todo el mundo a seguir temas en los campos de STEM.
Crédito: NASA
La demostración técnica de cirugía robótica llevó a cabo pruebas técnicas para utilizar un robot en miniatura controlado a distancia desde la Tierra para la realización de cirugías en el espacio. En esta imagen, la astronauta de la NASA Loral O’Hara sostiene el hardware. La investigación podría ayudar a tomar decisiones informadas sobre el diseño de sistemas robóticos a fin de proporcionar atención médica durante futuras misiones de larga duración.
Crédito: NASA
El doctor Dmitry Oleynikov, sentado frente a una consola en Lincoln, Nebraska, opera de forma remota un robot quirúrgico a bordo de la Estación Espacial Internacional, como parte de la demostración técnica de cirugía robótica, la cual pone a prueba técnicas para realizar simulaciones de procedimientos quirúrgicos de forma remota. Los resultados de esta investigación podrían apoyar el desarrollo de sistemas robóticos para hacer que la cirugía esté disponible casi en cualquier lugar y en cualquier momento.
Crédito: Universidad de Nebraska en Lincoln
Una llama se curva a lo largo de una esfera de combustible sólido como parte de la investigación SoFIE-GEL, la cual evalúa el modo en que la temperatura de los combustibles afecta la inflamabilidad de un material. Este estudio podría mejorar la comprensión de los investigadores sobre el comportamiento del desarrollo de los incendios y ayudar a determinar las técnicas óptimas de extinción de fuego para mejorar la seguridad contra incendios en futuras instalaciones espaciales.
Crédito: NASA
El astronauta de la NASA Nick Hague se ejercita usando la cinta para la cabeza T-mini, la cual tiene un sensor térmico que lleva el registro de la temperatura interna del cuerpo. Los científicos pueden utilizar los parámetros corporales y del entorno para estudiar las adaptaciones del cuerpo y su funcionamiento en microgravedad.
Crédito: NASA
La ciencia no siempre tiene que ser seria en la Estación Espacial Internacional. El astronauta de la NASA Don Pettit se divierte un poco en microgravedad, agregando colorante de alimentos a una burbuja de agua para crear un Júpiter en miniatura.
Crédito: NASA
La astronauta de la NASA Jeanette Epps imprime muestras de acero inoxidable para demostrar el funcionamiento en microgravedad de la impresora 3D Metal de la ESA (Agencia Espacial Europea). Los miembros de la tripulación podrían utilizar esta tecnología para fabricar herramientas y piezas a pedido, lo que reduciría la necesidad de transportar piezas de repuesto en las misiones a la Luna y Marte. Las lecciones aprendidas también podrían mejorar los procesos de fabricación aditiva de metales en la Tierra.
Crédito: NASA
El astronauta de la NASA Mike Barratt procesa muestras de organelos cerebrales hechos a partir de células de tejido nervioso de pacientes con Alzheimer, enfermedad de Parkinson y esclerosis múltiple progresiva primaria, como parte de la investigación HBOND. Los hallazgos de este estudio podrían ayudar a los científicos a proteger el sistema nervioso central de los miembros de la tripulación durante los vuelos espaciales y desarrollar tratamientos para pacientes con enfermedades neurodegenerativas en la Tierra.
Crédito: NASA
La microgravedad afecta la forma en que el agua y los nutrientes son transportados a las plantas. La astronauta de la NASA Suni Williams trabaja en la investigación Gestión de agua en plantas 5/6, la cual estudia las propiedades físicas de los fluidos, como la tensión superficial, en el espacio. Los resultados podrían apoyar el diseño de sistemas para mejorar el cultivo de plantas en gravedad reducida.
Crédito: NASA
Los espectros rojos son un tipo de fenómeno luminoso transitorio: coloridas ráfagas de energía que aparecen por encima de las tormentas debido a la actividad de los rayos y que ocurren dentro y debajo de las tormentas en la Tierra. Comprender los procesos que ocurren en la atmósfera de la Tierra puede ayudar a mejorar el modelado y el monitoreo del clima.
Mientras la estación espacial orbita a 417 kilómetros (259 millas) por encima de Austria, el astronauta de la NASA Nick Hague posa en la cúpula con hardware para el experimento Rhodium Plant LIFE, el cual estudia de qué manera la radiación y la microgravedad afectan el crecimiento de las plantas a diferentes altitudes orbitales. Los resultados podrían proporcionar información sobre sus efectos en el cultivo de plantas a medida que los humanos se aventuran más lejos de la órbita terrestre baja.
Crédito: NASA
Esta lámina portaobjeto contiene bacterias recolectadas en la estación espacial. La investigación GEARS utiliza el análisis genético para identificar cepas que pueden haber desarrollado resistencia a antibióticos y que podrían representar una amenaza para la salud de los miembros de la tripulación. Este conocimiento podría ayudar a los científicos a idear formas de proteger a los astronautas en futuras misiones de larga duración.
Crédito: NASA