Los venenos matan de un montón de formas diferentes. El de la serpiente de cascabel, por ejemplo, impide la coagulación de la sangre y causa hemorragias internas. Y el famoso cianuro conduce a fallo multiorgánico. Pero también los hay que, en dosis adecuadas, curan enfermedades.
Farmacia con anuncio de Aspirina en la Adolf Hitler Strasse de Wermsdorf, (Sajonia, Alemania), en 1936.
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Érase una vez un químico llamado Felix Hoffmann que para paliar el sufrimiento de su padre inventó el ácido aceitlsalicílico. O quizás no. La verdadera historia de la aspirina la ocultaron los nazis.